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Qué ver en Osaka en un maratón turístico de 36 horas

Actualizado: 13 may 2020

Osaka es la tercera ciudad más importante de Japón, con más de 2,5 millones de habitantes. Fue la primera ciudad que visitamos en nuestro viaje, por lo que todo era nuevo para nosotros, aunque teníamos bastante claro que ver y que hacer en los escasos dos días que teníamos en Osaka. Tras ese breve espacio de tiempo nos dimos cuenta que la ciudad es realmente interesante, muy rica en arquitectura y con una vida nocturna muy animada, especialmente en el famoso barrio Dotombori, lleno de restaurantes, pubs y discotecas.

Ya que no disponíamos de mucho tiempo, y teniendo en cuenta que algunos de los edificios del arquitecto Tadao Ando que queríamos ver estaban bastante inaccesibles en transporte público, tuvimos que caminar más de 40 km en poco más de 36 horas. Todo un maratón arquitectónico.


Estación Central y Umeda Sky


La primera parada de nuestro recorrido fue la Estación Central de Osaka, un enorme edificio en el centro de la ciudad, el cual atravesamos explorando su interior hasta salir hacia Umeda Sky. Este rascacielos nos resultó un tanto tosco, pero bajo el mismo tuvimos la agradable sorpresa de coincidir con un festival de cerveza belga, del cual hablamos en otro post. Entre cerveza y cerveza pasamos allí un par de horas antes de dirigirnos hacia Dotombori.


Dotombori

Lo primero que vimos en este ajetreado barrio es el templo Hozen-ji, ubicado en el cruce entre dos pequeñas calles y rodeado de edificios mucho más grandes, como un resquicio de tradición en una zona gobernada por la modernidad. En él, algunos monjes celebran un rito religioso ante la mirada de gran cantidad de curiosos.


Desde ahí accedimos a la calle principal del barrio, paralela al canal. Nos quedamos impresionados por la cantidad de anuncios luminosos. Especialmente famosos son el anuncio de Glico y el de la cerveza Asahi. A la noche, cenamos Okonomiyaki en un restaurante cercano y luego fuimos a tomar algo a un tranquilo pub llamado Absinthe, antes de retirarnos al hotel a descansar después del largo viaje desde Valencia.


Castillo de Osaka


Al día siguiente, comenzamos la ruta por el lugar más turístico. Nada más llegar al Castillo de Osaka nos sorprendió la cantidad de turistas que vestían camisetas térmicas de manga larga, guantes y pañuelos, pese a los 27ºC que marcaba el termómetro. Una cosa es protegerse del sol, y otra vestirse como si fueras a la nieve. Más allá de este detalle, la visita a este icónico edificio del siglo XVI resultó notable. Aunque no fue lo que más nos gustó de la ciudad de Osaka, consideramos casi obligado dar un paseo por los alrededores del castillo, entre los que nos encontramos unas brigadas de ciudadanos muy bien organizados, que al parecer de manera desinteresada, recogían la basura que genera el alto volumen de turistas en la zona.


Tennoji


Después de abandonar la zona del castillo, nos dirijimos a Tennoji, barrio donde visitamos el Templo Shitennoji. Era el primero de los templos que visitamos en el viaje, y nos pareció precioso. Más adelante, especialmente en Kioto, nos daríamos cuenta de que no era más que una muestra de la belleza y espiritualidad de estas edificaciones religiosas. Nos pareció una de las cosas más bonitas que ver en Osaka.


Aprovechamos que en nuestro camino se cruzó un enorme parque lleno de cafés y restaurantes para pararnos y tomarnos un descanso, y de paso una cerveza Kirin Lager, en el Tully's Coffee, mientras leíamos uno de los libros sobre Japón que nos acompañó en el viaje.


Shinshekai


Continuamos nuestra ruta por el peculiar barrio Shinshekai. Antiguamente una de las más peligrosas de la ciudad, es actualmente una zona con mucho ambiente y multitud de puestos de comida y pequeñas tiendas. El paseo por sus calles con la torre Tsutenkaku de fondo es una de las imágenes que se nos quedaron grabadas en la retina. Paramos a comer en el restaurante Ichiban Ramen, un lugar en el que se come en minúsculas mesas individuales de cara a la pared o a una pequeña cortinilla a través de la cual los camareros sirven el ramen.


Tadao Ando


Uno de los grandes motivos por los que decidimos incluir Osaka entre los destinos de nuestro viaje fue su riqueza en proyectos ejecutados por el genial arquitecto local Tadao Ando. Algunas de sus obras que visitamos fueron el Shiba Ryotaro Memorial Museum, el Suntory Museum, cerca del puerto, en una zona muy abierta y que poco tiene que ver con el bullicioso centro, o la pequeña y escondida Row House, en el barrio Sumiyoshi, donde aprovechamos para ver el santuario sintoista Sumiyoshi Taisha, con sus bonitos puentes cruzando el pequeño lago que lo rodea.


Antes de regresar al hotel de nuevo para preparar el viaje del día siguiente a Kyoto, volvimos a pasar por Dotombori para cenar en el famoso local Kani Doraku, reconocible por el gigante cangrejo en su entrada, donde degustamos cangrejo cocinado de más formas de las que nos podíamos imaginar.


Con esto concluimos nuestro maratón turístico, con 42 kilómetros en las piernas, pero satisfechos de haber considerado Osaka una parte de nuestro itinerario, una vez más gracias a los consejos de algunos blogs viajeros como Japonismo o el blog de viajes de Paco Nadal en El País.


A continuación os dejamos un mapa que sirve como guía para saber los mejores lugares que visitar Osaka en 2 días:

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